Debido a los más de 20 días seguidos de lluvias a principios de julio y a disfrutar de la playa a finales y en estas primeras semanas de agosto, no le he dedicado mucho tiempo ni al huerto, ni al blog, lo que hace tener la playa cerca…
Hace unos semanas que me he dado cuenta de que tenemos una pequeña plaga de pulgón que nos ha atacado duramente a las judías, pocas hemos comido este año, y en menor medida a los pimientos y berenjenas.
Aún así, este año si que estoy contento, hemos conseguido los tomates, menos mal, desde que comenzamos con el huerto en la primavera del 2009 no los habíamos probado y era algo que teníamos pendiente.
Sabemos que los tomates son una hortaliza complicada para la zona norte de Galicia, si los cultivas fuera de un invernadero, debido a las nieblas y brisas marinas del norte que acaban siempre atacándolos, y más si vives a escasos metros de la playa. Pero este año gracias a plantarlos en macetas y resguardarlos bajo techo cuando el tiempo no acompañaba los hemos conseguido, y que sabor.
Ya hemos recogido las cebollas, cebolletas, zanahorias, remolachas y ajos, que no se dan muy bien es esta zona, ya me lo dijeron las gentes del lugar pero probamos y salen unos ajos muy pequeñitos.
Además, los tomates que nos regalo Juan y plantamos en tierra a principios de junio en una zona protegida de los vientos marinos, ya están comenzando a desarrollar sus frutos.
¡¡¡El que la sigue, la consigue!!!
